Cuanto mayor sea el desnivel entre las aspiraciones y las oportunidades, más dificil resulta desarrollar un concepto positivo de uno mismo. Es decir cuanto más lejos estén nuestro deseos de lo que, objetivamente está a nuestro alcance, más probabilidades tendremos de fracasar en nuestra empresa.
Aspirar a lo imposible es un buen revulsivo para soñar para tratar de hacer realidad unos anhelos maravillosos pero también puede ser el germen de una frustración infinita cuando despertamos del sueño.
Cuando somos niños o incluso adolescentes todo cabe en nuestras aspiraciones, incluso lo más descabellado, pero cuando llega la madurez ya conocemos nuestras limitaciones y las del mundo en que vivimos y por eso nuestras aspiraciones suelen cambiar precisamente como mecanismo de autodefensa para proteger nuestra estima y no sentirnos fracasados.
Y es que las pretensiones o exigencias desmedidas de uno mismo producen descontento y frustración, desmoralizan y hacen que nos sintamos incompetentes. Cuanto mayor sea la discrepancia entre nuestros modelos de perfección y las posibilidades de alcanzarlos, más dificil nos resultará mantener una opinión favorable de nosotros mismos. El desequilibrio permanente entre anhelos y logros es, pues una de las causas más comunes de baja autoestima.
Conociendo esto ¿porqué no actuar en consecuencia para aplicarlo en nosotros mismos? y si además tenemos hijos ¿porqué no intentar hacerles comprender que los sueños son más bonitos cuando son posibles?. Nosotros hemos dedicado bastante tiempo a hacer entender a nuestro hijo que eliminar su nevus totalmente sería un autentico despropósito y que es mejor soñar con una vida en la que el Nevus forme parte de él. Creemos que así podremos focalizar los esfuerzos de autoestima en otros ambitos ajenos al físico.
En el libro de L. Rojas Marcos que estoy utilizando como referencia para los textos y conceptos de este artículo se cita el sistema de autovaloración que propuso W.james a ppios del siglo anterior.
Para calcular el nivel de autoestima tenemos que dividir los éxitos entre las pretensiones. Si el resultado es uno o más (nuestros triunfos igualan o superan a nuestras aspiraciones) la autoestima es positiva. Por el contrario si el cociente es inferior a uno o nuestros anhelos suman más que nuestros logros el grado de autoestima es negativo.
Como estamos en el blog de asonevus, hagamos un inciso en la relación entre la apariencia física y la autoestima: Según varios estudios para el 60% de los jovenes la valoración de su aspecto es el factor predominante que condiciona su nivel de autoestima, pero este procentaje disminuye con la edad. A partir de los cincuenta años ocurre justamente lo opuesto: el nivel de autoestima precede y determina la apreciación de su físico. ¿te quieres porque te ves guapa o te ves guapa porque te quieres?
James reconoció que no todas las pretensiones son igualmente importantes. Por eso abandonar ciertas aspiraciones puede suponer un gran alivio. ¡Que bien nos sentimos el día que dejamos de aspirar a ser siempre jóvenes y/o guapos!.
La gran mayoría de las personas tratamos por todos los medios de proteger nuestra autoestima y echamos mano de mecanismos de defensa. Gracias a estas estrategias protectoras disfrazamos a veces una realidad devastadora con una ilusión esperanzadora.
Pero tergiversar excesivamente la realidad puede convertirse en un obstáculo a la hora de identificar defectos que podríamos y deberíamos cambiar. Por ejemplo si evitamos achacar todos los exitos o fracasos a la apariencia física no descargaremos todo nuestro arsenal protector o culpabilizador sobre el hecho de tener o no tener nevus y nos veremos más libres para centrarnos en la superación y mejora de otros aspectos de nuestra vida.
Tampoco hay que protegerse a toda costa de las frustraciones y fracasos pues en contra de lo que se ha pensado hasta hace poco una alta autoestima no es necesariamente un signo de salud mental ni un rasgo beneficioso. Lo que importa son las cualidades que las personas consideran relevantes a la hora de autovalorarse y el uso que hacen de ellas….os acordáis de forrest gump? En la partida de cartas no importan tanto las que te reparten sino el uso que haces de las que tienes. A veces puedes hacer más con una pareja de cincos que con un poker de ases. Las personas que se aprecian a si mismas prefieren dedicar más esfuerzo a las cosas que se les dan bien y no se suelen dedicar a perseguir quimeras o cualidades que no tienen.
Estamos en una sociedad en crisis, en un pais con dificultades y con falta de medios para hacer politicas efectivas más allá de la teoría plasmada en el papel (consitución, leyes, etc). Cada persona tiene una capacidad limitada de actuar y hacer realidad sus sueños pero son las sociedades las que pueden facilitar a sus ciudadanos la consecución de sus aspiraciones y metas y promover como deseables objetivos reales y posibles. Este tipo de sociedades avanzadas son las que fomentan en ellos la perspectiva favorable y esperanzadora de sentirse satisfechos.
Como he dicho otras veces: ¡que bien te explicas!. Importante lo de aspirar a lo posible, pero también la referencia a la frustración, desarrollar la tolerancia a la frustración, ayudar a los hijos e hijas a aprender a tolerar la frustración (por cierto desde peques, que para los 5 años dicen que esto tiene que irse estableciendo),es un buen regalo para la vida.
pues si Rosa.
Quizas una de las grandes cosas que uno aprende con el tiempo es a «aceptar» y a «aceptarnos», si no la frustración está garantizada y la consiguiente perdida de energia que dejamos de utilizar para las cosas posibles.
Pero dejemos de filosofar y hagamos un hueco a la Navidad.
A desconectar un poco y a disfrutar de lo bueno de estas fechas.
un abrazo para toda la familia Asonevus
Feliz Año Julio.
Gracias por tu trabajo.
Un abrazo.