Los Nevus Gigantes Congénitos se pueden extirpar total o parcialmente, o no tratarlos, en cuyo caso es importante un control médico y una visita regular al dermatólogo.
La principal dificultad a la hora de extirpar un Nevus Gigante Congénito es la disponibilidad de piel adicional con la que cubrir el área que queda expuesta una vez que se ha extirpado el nevus. En un mundo ideal, sabríamos cómo «fabricar» piel que fuese totalmente funcional, con la misma textura, color y movilidad de la del individuo operado. La podríamos hacer por metros a muy bajo precio y todo sería fantástico… Desgraciadamente estamos lejos de ese ideal, y nos tenemos que apañar con piel de zonas cercanas al nevus (caso por ejemplo de los estiramientos), transplantada desde otras partes del cuerpo (por ejemplo en los injertos) o en el peor de los casos, con regeneradores tisulares como Integra.
A menudo, el nevus es tan grande que no se puede retirar en una sola operación, y son precisas varias operaciones consecutivas. El cirujano plástico que vaya a tratar tu caso puede orientarte en este sentido. Cuanto mayor sea la superficie ocupada por el nevus, más complicado es lograr su extirpación total, en algunos casos, la superficie del cuerpo ocupada por el nevus es tan grande que no tiene sentido considerar su extirpación total.
A continuación explicamos brevemente las técnicas quirúrgicas más habituales que se han utilizado para cubrir la parte que queda expuesta tras extirpar total o parcialmente nevus en miembros de la asociación. A la hora de decidirse por operar es importante recordar que ninguna operación quirúrgica está exenta de riesgos, y que todas dejan cicatriz.
Hay que tener en cuenta que aunque los procedimientos que se explican a continuación suelen dejar secuelas estéticas en forma de cicatriz, si el motivo para extirpar el nevus está relacionado con criterior sociales y estéticos, a muchos afectados les resulta más sencillo convivir con las cicatrices de la operación que con el nevus que antes ocupaba ese lugar.
La técnica escogida para la operación depende, en cada caso particular, de la localización del nevus, su profundidad y su tamaño, la edad del paciente y el criterio del cirujano.